Procrastinar No Es Pereza: Entiende Por Qué Lo Haces y Cómo Superarlo
Redacción de Psicología y Vida Productiva – Julio 2025
¿Te ha pasado que pospones tareas importantes sin razón aparente, aun sabiendo que te generará estrés? Lejos de ser simple pereza, la procrastinación suele estar relacionada con emociones más profundas y patrones mentales que pueden obstaculizar el bienestar diario.
Especialistas explican que la procrastinación no es falta de deseo de actuar, sino una reacción emocional ante tareas que se sienten incómodas, difíciles o estresantes. Puede estar ligada al miedo al fracaso, la duda personal o incluso una necesidad de control frente a lo que otros esperan de nosotros.
En su investigación sobre el tema, la doctora Linda Sapadin identificó distintos tipos de procrastinadores, cada uno con motivaciones diferentes:
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Perfeccionistas: Temen equivocarse y no cumplir con sus propios estándares. Les ayuda practicar la aceptación y recordar que avanzar es más importante que hacerlo perfecto.
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Preocupones: Les cuesta tomar decisiones y temen los cambios. Para ellos, la clave está en fortalecer la confianza y aceptar que la incertidumbre forma parte de la vida.
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Soñadores: Disfrutan más planificar que ejecutar. Necesitan aterrizar sus ideas en acciones concretas con pasos sencillos y medibles.
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Desafiantes: Se resisten a las reglas y a la presión externa. Les resulta útil encontrar formas de trabajar desde su motivación interna y sentirse en control de sus decisiones.
Superar la procrastinación requiere más que fuerza de voluntad. Técnicas como la visualización positiva, establecer metas pequeñas y manejables, y cultivar una mentalidad compasiva pueden ser herramientas valiosas. En algunos casos, buscar ayuda profesional es el mejor camino para explorar las raíces emocionales detrás del comportamiento.
En definitiva, comprender por qué procrastinamos puede ser el primer paso para vivir con más enfoque, menos ansiedad, y mayor bienestar emocional.
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